Mantener tu oficina limpia es una tarea que, a priori debería resultar sencilla, pero que, con el transcurso de las largas jornadas laborales, se puede acabar convirtiendo en una auténtica pesadilla.
Primero vamos a diferenciar entre varios tipos de oficina, o espacios en los que trabajamos. Por un lado tenemos las oficinas, vamos a llamarlas, tradicionales, en las que cada un@ de los que allí trabajan dispone de su propio espacio en el que tiene (normalmente) una mesa, un ordenador y por lo general un millón de papeles. Existen otro tipo de oficinas en las que varios de l@s trabajadores comparten todo el espacio, una mesa de trabajo amplia en la que se realizan proyectos, reuniones, con varios ordenadores, etc. Y los famosos, y cada vez más solicitados, co-workings en los que varias personas, con diferentes proyectos, horarios y rutinas comparten un mismo espacio de trabajo.
Por norma general, sea cual sea tu espacio de trabajo, todos comparten una misma característica: a veces pasamos más horas en la oficina que en nuestro propio hogar, de ahí la importancia de mantenerla limpia y ordenada.
Hay tres claves esenciales para conseguirlo: disciplina, rutina y respeto.
Disciplina porque necesitamos ser profesionales no solo con el trabajo que realizamos, si no con el espacio en el que lo llevamos a cabo. Tu oficina es parte de ti, de tu marca, de tu imagen y, por lo tanto, de la labor que desempeñas.
Rutina porque no nos sirve de nada que te esmeres en una limpieza general y profundidad una vez al mes si diariamente no mantienes unos hábitos de orden y limpieza.
Respeto porque, sea como fuere, no estás solo en ese espacio, o no lo vas a estar. Puede que no tengas compañer@s pero sí clientes o colaboradores, y se merecen ser recibidos en unas instalaciones en condiciones óptimas.
Rutinas para mantener mi oficina limpia y ordenada.
- Procura no tener muchos enseres personales en tu espacio de trabajo.
- Recicla: el papel, los tóner de la impresora, los vasos de la máquina de café, no imprimas si no es estrictamente necesario, etc. Y recuerda que, cuanta menos basura acumules, menos basura tendrás que limpiar.
- Recoge: ordena la documentación. La vorágine del día a día nos lleva a acumular muchísima documentación en nuestros espacios de trabajo, no te vayas sin recogerlo. Si acumulas desorden un día tras otro, cuando llegue el viernes tendrás miedo de encontrarte con tu propia realidad.
- No comas ni bebas en tu mesa de trabajo. No solo estás poniendo en riesgo toda esa documentación de la que hablábamos, por no comentar los equipos informáticos, también estás produciendo una suciedad innecesaria: migas, restos de comida, marcas de vasos en la mesa, etc. Te recordamos que es recomendable parar a descansar, estirar las piernas y tomar el aire para que la jornada laboral sea provechosa al 100% y podamos despejar la mente y descansar la vista del ordenador, la limpieza es una excusa perfecta para mantener este hábito saludable.
- Sé funcional y mantén el equilibrio. No llenes tu espacio de trabajo de trastos, no dejes las cosas en el suelo o entorpeciendo el paso, mantén un equilibrio en tu espacio de trabajo que te haga sentir cómodo y confortable, a ti y a tus compañer@s y a tus clientes, colaboradores, proveedores, etc.
Mantener la oficina limpia y ordenada es responsabilidad de todos y todas las que allí trabajan, esto favorecerá un buen ambiente laboral y mejorará la imagen de tu impresa, tanto a nivel interno como externo.
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