Dentro de las limpiezas técnicas y especializadas, podemos encontrar el método “Dry Ice Blasting”, lo que literalmente significa “chorro de hielo seco” o limpieza criogénica.
Este procedimiento consiste en proyectar por alta presión un chorro de hielo seco en forma de pequeñas y compactas partículas(pellets). Puede ser utilizado en multitud de industrias, ya que evita el uso de soportes abrasivos que puedan dañar las superficies.
Podemos resumir esta técnica en varios puntos:
- Podemos utilizarlo en diversas aplicaciones de limpieza.
- Es adaptable: Puede emplearse de forma más agresiva para quitar la suciedad de herramientas o de una manera más delicada para restaurar libros deteriorados.
- Es un método aplicable al sector alimentario ya que los pellets están hechos de dióxido de carbono apto para este ámbito, aprobado por la FDA, la EPA y la USDA.
- En contra de otras formulas, respeta el medio ambiente ya que no tiene contaminantes secundarios.
- Aunque es hielo seco, no es conductivo, por lo que podemos usarlo en la limpieza de piezas eléctricas y mecánicas sin ningún tipo de peligro.
- Es idóneo para desprender capas residuales como cola, barniz, aceites, grasas, lubricantes, antideslizantes…
- No es abrasivo, por lo que se puede emplear en la limpieza de materiales frágiles como el níquel, cromo y aluminio blando.
- Facilita el ahorro de tiempo ya que permite la limpieza sin desmontajes y sin necesidad de mover los elementos.
Después de utilizar este sistema, sólo será necesario utilizar una aspiradora para succionar del suelo la capa residual desprendida de la superficie. Como resultado, encontraremos una limpieza homogénea gracias a su alto nivel de penetración en las superficies.
En conclusión, podemos decir que nos ofrece muchas ventajas ya que puede emplearse en lugares donde no hay cabida para los métodos tradicionales. Además, contribuiremos a mejorar el medio ambiente ya que se realiza un consumo optimo del agua y de los detergentes.
Fuente: http://ow.ly/FqMW308ZVxi